martes, 7 de febrero de 2012

De viaje por los países socialistas





Hay en Checoslovaquia una cosa notable, diferente a todo lo que yo había visto hasta entonces: los militares.
Es sorprendente la manera como están incorporados a la vida civil. En la estación del ferrocarril hacen cola para comprar los tiquetes, se pelean con los civiles por un puesto en el vagón, cargados de maletas y cacharros, y ponen la gorra para guardar el puesto mientras llevan a orinar a los niños. No parecen militares sino civiles vestidos de militar.
En el comercio de Praga hacen el mercado con sus mujeres, llevando de un lado el niño menor y del otro lado la bolsa con los pañales y el tetero.
Yo ví un oficial con la gorra en la mano, llena de tomates, esperando que su mujer desenredara la cremallera de una bolsa para meterlos. Otro tenía a su hijo acaballado en la nuca para que pudiera ver por encima de la multitud una vitrina de marionetas.
Se puede pensar que esto es una falta de dignidad profesional. Es más probable que sea una valerosa prueba de dignidad humana.

Gabriel García Márquez

No hay comentarios:

Publicar un comentario